Al comer choritos apuestas por tu salud, pero además eliges el consumo de una proteína que es responsable con el medioambiente
28 de marzo de 2025

Cuando prefieres el consumo de choritos, por sobre otras proteínas, estás eligiendo un producto sustentable, de producción local y con garantía de producción limpia.
Conscientes del cuidado del entorno y los ecosistemas, la mitilicultura es una práctica que mantiene altos estándares de sostenibilidad, además de ofrecer un producto de alto valor nutricional. Los choritos (mytilus chilensis) tienen una baja huella ecológica, cumplen un rol importante en la filtración del agua y requieren de una menor cantidad de insumos comparados con otras especies marinas; por lo tanto, tienen un potencial significativo como opción sustentable para incorporar a tu dieta.
El chorito es un alimento orgánico y 100% natural. En la industria solo pasa por un proceso de cocción y congelado. Se siembra y luego de 12 meses ya tiene un calibre comercial para cosechar. En todo ese período no se alimenta manualmente sino que de manera natural, ya que al ser un filtrador consume algas, fitoplancton y nutrientes que hay en el agua. Además, cuenta con una diversidad genética suficiente para responder a cambios en el ambiente.
La huella de carbono del proceso de producción de choritos es hasta 20 veces más baja que la de otras proteínas y, a su vez, la práctica de la mitilicultura mantiene una preocupación para avanzar en las prácticas responsables con el medio ambiente, sobre todo frente a los desafíos relacionados con el cambio climático y la gestión ambiental local. Por ejemplo, de manera permanente se buscan nuevas alternativas para el tratamiento de desechos, como las conchas de los mejillones.
¿Qué medidas ambientales está aplicando la industria del chorito?
La industria y sus colaboradores generan asociatividad, lo que aporta a la economía y desarrollo de Chiloé y la región de Los Lagos, involucrando a alrededor de 20 mil personas en sus procesos productivos, lo que resulta, también, otra manera de generar conciencia y una preocupación por la sustentabilidad en los proveedores locales.
Es por esto que al cuidado del medio ambiente se suma el Acuerdo de Producción Limpia (APL), reconocido por la Ley 20.416 desde el año 2010. Este es un convenio entre empresas y organismos públicos, e instituciones del ámbito de la investigación e innovación.
Busca mejorar la sostenibilidad, trabajando en conjunto para mejorar la eficiencia energética e hídrica, valorizar los residuos, mejorar las condiciones ambientales, de higiene y seguridad laboral; y la competitividad del sector productivo, así también reducir los riesgos para los seres humanos y el medio ambiente, sin perder de vista la mitigación y adaptación al cambio climático.
Entonces, a la hora de preferir alimentos altos en proteínas, si te decides por los mejillones chilenos, no solo estás eligiendo productos locales, sino que también la garantía de una producción limpia. Elige choritos, una proteína orgánica y con altos contenidos nutrientes, y una diversidad de preparaciones, porque en Chile Hay Choritos.