Ingredientes
– Choritos
– Salsa bechamel
– Vino blanco
– Nuez moscada
– Cebolla
– Perejil
– Vino blanco
– Mantequilla
– Queso parmesano
– Polvos de hornear
– Harina
– Huevo
– Pan rallado
– Aceite

Preparación
Hacer una bechamel (salsa blanca) muy espesa, con el triple de harina para la cantidad que se utiliza normalmente. Agregar sal, pimienta, nuez moscada, y el 10% de la cantidad en queso parmesano. Dejar enfriar de un día para otro. El relleno se prepara con un salteado con cebolla, perejil, vino blanco, mantequilla y los choritos enteros. Luego, para que no dé tanto líquido, se agrega una pizca de polvo de hornear, y se deja enfríar hasta el día siguiente.
Para armar cada buñuelo, hay que procurar que la bechamel esté dura. Tomar una porción y formar pequeñas bolitas en la mano, haciendo una cavidad con el dedo pulgar y se le agrega el relleno de choritos. Luego cerrar y reservar en el refrigerador (dato: también se pueden congelar).
Al momento de freír, hacer un batido con huevo, un poco de leche y pan rallado. Pasar cada buñuelo por el batido, luego por harina, y -finalmente- por el pan rallado, para que se forme una capa para que no se rompa. Freír en aceite medianamente caliente para evitar problemas con el polvo de hornear que se agregó al salteado de choritos.
Dejar en un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Servir tibios o calientes. No fríos.